agosto 03, 2009

Caso Jacinta Francisco Maciel - Qro

Como puede una indigena secuestrar a 6 AFIS.

Diario de Querétaro
3 de agosto de 2009

Claudia Ivonne Hernández

Querétaro, Querétaro.- Hace 3 años, Jacinta Francisco Marcial, vivía con sus 6 hijos y su esposo, en Barrio Cuarto, de Santiago Mexquititlán, Amealco. Vendía nieves, paletas, aguas frescas. De vez en cuando, vendía dulces y chicharrones afuera de la escuela. Hace tres años, organizaba junto con algunas mujeres de su comunidad la peregrinación a Atotonilco, para el mes de octubre. Hace tres años, Jacinta salió de su casa a las 8 de la mañana y nunca regresó. Desde hace tres años, comparte un cuarto con otras dos mujeres. Desde hace tres años, duerme en una celda y sueña con el día en el que pueda estar fuera.

Jacinta Francisco Marcial es una indígena otomí que vivía en Santiago Mexquitlán y fue arrestada el 3 de agosto de 2006, acusada de haber secuestrado a seis agentes de la AFI, proceso por el cual se le condenó a 21 años de prisión y dos mil días de salario mínimo de multa. Un equivalente a más de 90 mil pesos.

Le cuento un poco la historia: el 26 de marzo de aquel año, agentes de la corporación sin identificación y sin uniforme llegaron a la plaza central de la comunidad y despojaron a comerciantes de su mercancía, alegando que se trataba de piratería.?Los afectados protestaron y la tensión hizo que el jefe regional de la AFI y el agente del Ministerio Público de la Federación en San Juan del Río acudieran para dialogar con la gente y luego de ello, se comprometieron a pagar el daño ocasionado por sus agentes. Uno de los policías se quedó como "garantía", pues las autoridades dijeron que tenían que trasladarse a San Juan del Río para conseguir el pago. El incidente terminó por la tarde de aquel día, pero fue el hecho por lo que se acusó y sentenció a la señora Marcial.

Una acusación que llegó 5 meses después. el 3 de agosto de 2006, un grupo de personas vestidas de civil llegaron a buscar a su casa a la Sra. Jacinta Francisco Marcial.

A TRES AÑOS DE DISTANCIA

Jacinta sigue en la cárcel y desde ahí habla en exclusiva para DIARIO DE QUERÉTARO. Desde el área común del reclusorio femenil, Jacinta se comparte con su español a medias, pero con su verdad completa.

Le pregunto, Jacinta qué sucedió ese día, qué pasó ese 3 de agosto del 2006 y me cuenta toda la historia. El 26 de marzo comenzó el mal sueño:

"Ese día, este... cuando llegaron los agentes, psss... ese día yo ni vi, ni los conozco siquiera, no los conozco porque no los vi ni nada (...) cada vez que cuando es los días domingos, mis hijos, mi esposo y yo, nos levantamos a preparar el agua y preparar todo para ir cada quien allá en el tianguis de Santiagos -me dice arrastrando de vez en vez, la "s", como agregándola de manera natural y cadenciosa a casi todas las palabras-, Entonces ese día llegué yo y mis hijos los más chiquitos con nuestras cosa para vender. Pero como yo siempre ese día yo llegaba preparaba mis aguas y lo dejaba allí y me metía a misa. Y ese día llegué, deje mis agua y preparé y lo dejé ahí, taba escuchando la última campana porque toca tres veces la campana y a la última es la de la misa; como una, una media mas o menos es la hora a la que empieza la misma.

"Tonces ya cuando tocó la última campana me paré y me jui a misa como si nada, así como cualquier domingos, y ese día pos entre mi como si nada, entré a misa y me salí contenta y todo así... y ya cuando llegué a donde yo estaba uno de los comerciantes que venden ahí fantasía y vende fruta, me dijo, "ay que crees Jaci -me dice-, ya llegaron unas personas a llevar los discos... y le dijo ¿a poco si?, pero yo ni le hice caso, ni lo tomé en cuenta porque yo había visto en las tele que siempre así llegaban y todo... y ya agarré y me senté porque ya es la hora de la salida de la misa pero ya era como dos y media casi, la hora de la salida de la misa, tonces me senté ahí... como si nada, dije, psss hay que llegar, capaz que no vendo nada, yo que me iba andar preocupando por nada mas.

"Y tonces ya me senté ahí y llega una señora que era una amiguita con la que me puse a platicar con ella todo el día, nos poníamos a platicar porque siempre nos sentábamos como yo andaba mucho en comunidades ... Ya me empezó a preguntar que cómo estaba y le dije bien, nomás que ahorita voy a ir a inyectarme -le digo-, y así ya empezamos a platicar todo de eso y ya después me dijo... (Piensa rápido... recapacita y sigue) No me acuerdo si fue primero las enfermedades o primero de qué, porque hablamos de las enfermedades pero también hablamos de que como haré para nuestros grupos de lo del barrio y si se juntaba o ya no se juntaba nadie y ya, pos ya ve como siempre dicen la palabra de Dios, nadie le gusta, por eso nadie se junta y así...

"Todo el día empezamos platicando, todo el día estamos eso y entonces me dice que iba a visitar a sus papás que tonces ya no fue porque estuvo conmigo todo el día, tonces yo vendiendo y ella platicando y así... así pasó todo el día y ya era como las 5 y media o seis ... como a las 5 se fue ella, se levantó y yo también me levante y le dije yo también ya espero que mi esposo que llegué para que cuide aquí mis agua o que me compañe a la farmacia porque hay mucha gente y me da pena. Ya se jué ella y yo me quedé ahí sola y estaba esperando a mi esposo para que me cuidara ahí o para que me compañara a la farmacia porque como yo todo el tiempo siempre quería alguien que me compañara porque me daba pena irme sola, que me vieran sola... es que me daba pena, es que como casi no intindía bien lo que iba a decir, por eso...

"Entonce ya... no llegó mi esposo. La que llegó fue una de mis hijas, "Ya llegaste, compáñame -le digo- compáñame a la farmacia, voy a ir a

inyectarme porque que tal si va a cerrar porque es tarde. Me dijo si, y ya lo deje todo igual, lo dejamos ahí sólo, lo tapé y ella me compañó para ir a inyectarme. Entonce cuando ya llegando a la farmacia estaba la doctora y estaba platicando con un señor, y dije buenas tardes y buenas tardes, vengo pa' que me pongues la inyección y me dijo ah si, orita, orita déjeme despachar al señor, tonces ya me pasó y me puso la inyección y ya me regresamos, venía yo y mi hija platicando, veníamos platicando cuando ya iba a llegar donde yo vendía en la delegación, ahí donde iba llegando un señor, pero ni tampoco lo conocí porque era un chaparrito casi no muy alto, ya venía, iba llegando y entonces venían estas dos muchachas Alberta y Tere, platicando, discutiendo con él, que le pagara que le iba a pagar sus discos... quien sabe que dicía."

Jacinta, fue detenida junto con otras dos mujeres de la comunidad, Alberta Alcántara y Teresa González, quienes vendían productos en el

tianguis de Santiago Mexquititlán y que presuntamente participaron en el secuestro de los 6 agentes de la AFI. Ese 26 de marzo, mientras los

comerciantes negociaban la reparación del daño, Jacinta regresaba de la farmacia. Y su error, fue pasar cerca del lugar. Quedarse mirando: "Tonce me pare ahí, me arrime para ver si es cierto que iba a pagar o que, pero hasta ahí nada más. Entonce yo no supe como grabaron... ah!! Creo que dicen que fue de un pediorico... no sé de que pediorico era, pero que fue de un pediorico... tonces yo creo que fue en ese momento, en el que me arrime que sacaron la foto. Entonce de aparecerme en el pediorico, nomás por eso me jueron a buscar y me acusaron de secuestro".



LA TARDE DEL 3 DE AGOSTO



Jacinta respira, se acomoda y platica como si me conociera de años. Su español no es bueno, por eso me esfuerzo el doble al escucharla. Y así como usted lo lee, así lo dijo Jacinta. Sin comas o puntos extras. Ese 3 de agosto de 2006, Jacinta Francisco marcial, andaba visitando gente para invitarlos a participar en la peregrinación de Atotonilco, en el mes de octubre. Salió temprano. Eran las 8 de la mañana:

"Tonces ese día yo me salí temprano para invitar la gente, casa por casa, quien quiere ir. Yo andaba en eso, sin saber nada entonce yo... me decía un señor, que a las 3 vamos a bajar a la inglesia para adorar al santísimo. Y le digo, ah, si, pero yo voy a ir temprano porque mis familiar iba a salir, no iba a estar, iba a estar fuera de ahí, si, nomás terminando ese y ya si tu quieres ir, te puedes ir. Tonces ya saliendo salí de la iglesia como a las 5:30, dijo una señora, "no espérese, traemos un taquito porque ustedes salieron temprano y sin comer, vamos a echar un taquito y luego te vas. Yo les dije, no yo ya me voy porque yo quiero alcanzar mis hijos, mi esposo, porque iba a salir. Y no esperé. Y me vine. Cuando yo llegue a la parada ya no había combis porque ya era tardes y le dije a una muchacha que andaba conmigo y a un señor que estaba en la parada, que por qué no agarramos un taxi y me dijo si, si quiere vamos a agarrarlo al cabo que no creo que nos cobre mucho. Y ya agarramos el taxi y antes de llegar a mi casa vi a un señor y a una señora que ya estaban ahí platicando con todos mis hijos porque ya estaban todos listos, porque ya me estaban esperando para que llegara y ellos se fueran.

"Pues ya estaban todos mis hijos y mi esposo. Era una señora y un señor. Pero yo alcancé a pensar que eran compañeros de mi esposo porque él está en los grupos de alcohólicos anónimos. Y llegan compañeros o compañeras a invitarlo (...) Y cuando yo llegue pos yo ya quería... (Suspira, toma aire y evita que se le quiebre la voz. A Jacinta se le ruedan lágrimas de puro recuerdo) iba bajando del taxi, bajándome del taxi luego luego se voltea la señora y me dijo tu eres la señora Jacinta y le digo si, y en ese momento, ya ni me moví siquiera porque ni me bajaba bien, yo creo que hasta ni le pague al taxi, porque se fue de rápido, porque cuando voltié ya el del taxi se había ido rápido, se espantó. Ya cuando me voltearon, ya cuando me dijo así, tu eres Jacinta y yo le dije que si, y ya me agarro de aquí (me señala la nuca) y me agachó. Y me dice, ¡vámonos! ¿Quehiciste hace poquito tiempo?. Y le dije pero yo qué, de qué, como que yo en ese momento, como qué dije, y como que me grito bien feo y yo dije ora porque, pero porque me hace esto... me quede pensando".

Le dijeron que debían llevarla a la ciudad de Querétaro para que declarara sobre un asunto relacionado con la poda de un árbol. Confiando en su inocencia, ella acompañó voluntariamente a quienes la buscaban. La trasladaron al Juzgado Cuarto del Distrito del estado de Querétaro en un vehículo sin identificación oficial: "Era cualquier persona. Cualquier señor así, nomás me agarró y me agacho y me dijo, vámonos. Y no sabía que eran policías ni agentes, por eso yo dije que eran compañeros... porque no se veía nada, nada. Entonce en ese momento así paso".

Ya en el auto, Jacinta comienza a platicar con su esposo: "veníamos platicando así en otomí porque yo hablaba mas en otomí que en español. Ahorita si ya entiendo más. Pero ese entonces, ya venía platicando y me dijo tu no tengas miedo, dice, estos son policías, tons yo pensé que me iban a llevar a Amealco o a San Juan pensé yo porque ya era de noche, como las 6 o 7 de la tarde.

"Y ya venía manejando bien feo y se frenaba bien feo. Le decía a mi esposo: así señor o quiere mas... Y mi esposo le dijo, psss como tu quieras... como que te viene asustando, espantando, manejaba feo. Ya ahí, eran dos señores y una señora. Tonce como venía cerrando en las calles, con armas... igual que cuando ves en la película de carros y con armas, psss así, como a mi me agacharon psss no me dio tiempo de ver pero dijo mi esposo que en ese momento llegaron camionetas y llegaron coches y armas, nada mas se movían las armas pa'llá y pa'cá... y le digo, ya ni a los meros grandes li hacen así. Llegan así... y pssss lo espantan a uno que se lo hacen y uno sin hacer nada. Sin deber nada".

Luego de el operativo, Jacinta dice que nadie le decía nada. Nadie explicaba nada. Le prometieron que regresaría a su casa. Que sólo iba a declarar sobre la poda de un árbol. Pero nunca regresó.



UN ROSARIO, UNA DECLARACION



"Ellos venían platicando y decían no, nomás vas a ir a declarar y nos vamos a regresar a dejarte nomás por el árbol y luego nomás me decían que qué religión era, qué partido era, por quién había votado, y me decía, de seguro por el PRD verdad? Y ya mi esposo era el que le contestaba lo que decía, el le contestaba. Y me dijo, no psss ya nos vamos nomás vas adeclarar y nos van a mandar a regresarte a tu casa. Y cual si ni era cierto. Ya cuando llegamos a donde están ellos, no sé cómo se llama donde están ellos pero había mucho ahí en su oficina, cuado yo llegue ahí, cuando me pasaron adentro entonces si vi a las dos muchachas que estaban ahí Alberta y Teresa entonce ya supe. Tonce no era por el árbol. Era por lo de los discos.

"Y ya cuando entre ella me dijo. ¿tu también Jaci? Pero tu no tienes nada que ver, si tu ni vendías y le dije, no psss no, pero también me jueron a traer no sé porque... ay pero, Alberta me dijo, psss tú no tienes que ver nada pero si no te comprueban nada, le puedes hacerle una contrademanda, así me dijo Alberta, y luego me dice, tu por qué...

"Y ya estaba una silla y me senté ahí. Y como yo venía en el rosario y eso yo traía. Yo me se de memoria nada mas los primeros, los últimos no, pero los primeros me los se de memoria. Los misterios. Todo eso lo sé, ya la letanía y eso que viene al ultimo ya no lo sé. Pero lo demás si y entonces empecé y psss yo dije, ojala que no pase nada dije y empecé. Ni miedo ni nada, porque yo sabia que no había hecho nada y entonce empecé a rezar mi rosario y que me pongo a rezar lo poquito rosario que yo se de memoria y me senté ahí. Estaba esperando a que hora iba a declarar. O que hora me iba a regresar... ¡¡nada!! Y estaba ahí sentada y esperando. Ya hasta que cuando después ya vi... luego llego una muchacha una señora que ya traía una cámara y entro a donde estábamos sentadas. Y luego nos revisó una señora que qué traíamos le dije que nomás que mi ropa y mi rosario y unos libritos de oraciones, eso es lo que traía yo y le digo psss yo no traigo nada, solo lo que traigo son estos y ya le enseñe. Y me dijo ya pues regrésese y me regresaron.

"Y luego, llegaron muchas personas, traían como cámaras y empezaron a

grabar y a sacar fotos entonces dije esto si va a salir, como que si va a salir en la tele entonce yo así... como siempre conozco mucha gente de ahí de Santiago, conozco mucha gente donde quiera porque yo andaba por donde quiera porque yo iba a la peregrinación a México, caminando, duré ocho años caminando y voy a Atotonilco desde niña, pues conozco mucha gente, venía aquí a las juntas en la directiva de la congregación entonce conozco mucha gente y por eso dije, Ah! Ora me van a ver todos y como que me dio pena, me dije, cómo ora me van a ver así, me dio pena.

"Entonce, allá adentro, una empezó a grabar y sacar foto pero ya al salir de la puerta, ya había muchas, muchas que sacaban foto, que grababan y eran bastante no era uno o dos, sino que eran muchos. Y entonce yo dije, ahíjale... no que me diera miedo o lo que sea, lo que me dio es pena. Dije, psss voy a salir en la tele y la gente que dirá que hice, que anda mucho, que muy católica y ora cómo... eso es lo que yo pensé, ya ve como es la gente pensé y tonce, para que no se me viera la cara mejor me agacho, lo que pensé... traía mi rebozo, traía toda mi ropa de Santiago, me gaché... y me decían señora por favor, alce la cabeza... y nunca nos dijeron nada y también dice que si te hacen eso también es delito que porque como lleve y te sacan y te sacan como secuestro y sin saber de que te están diciendo"

Jacinta se enteró ocho días después de lo que estaba pasando. Esa noche, la paso dormitando. Escuchando voces, susurros, palabras que no entendía. Viendo personas que no conocía. Luego de presentarla ante los medios de comunicación como la secuestradora de 6 agentes de la AFI, la trasladaron al reclusorio femenil. Le quitaron su ropa y la instalaron en el área de indiciadas. Mas tarde, una custodia le cambió su ropa. Le pusieron un overol y la llevaron al Juzgado Cuarto de Distrito.

"Toda la noche estuvimos en el juzgado. nos llevaron yo creo que ya para declarar y ya llegando al juzgado nos subió arriba en el cuarto juzgado, en el centro. Entonce ella nos subió arriba y ya nos paso para adentro, pero como las dos muchachas siempre estaba adelante psss ellas si hablan un poco bien el español y todo, psss entonce, siempre ellas estaban ahí, enfrente, yo siempre estaba atrás psss porque yo decía, yo que voy a decir si yo no sé nada de esto, y ella psss va a decir porque ellas son las que saben, yo no se nada.

"Entonce ya, llegando ellas se pararon ahí donde estaba la secretaria y ya llegaron y se pararon ellas dos ahí, yo agarré y me senté atrás y entonce ya otro ratito me regreso allá y ya otro ratito me regreso y me llaman. Sacaron a dos y quedaron unos. Y ya me dijo, sacaron a ellas dos y me quede ahí y me dijo, tu declaración, y le digo, pero que es declaración, o que voy a decir, yo no se que voy a decir, tu me vas a decir o cómo, o me dice que es declaración porque yo no sé qué es ese...

"Y por un lado estando el que era un abogado de oficio y psss nunca nos dijo nada, nunca me dijo nada. Ni supe que era abogado entonce le dije, no, el día de que los hecho y todo y ya cuando me dijo entonce si fue el día de los discos, así pensé yo y entonce ya declaré, dije lo poquito que yo sabia, donde pasaba, donde venía y todo eso.

"Psss bien poquito porque yo no sabía nada. Y entonces me dijo, y qué

más, y le dije psss es que no se que más decir, y el me decía que me iba a decir qué decir. Entonce ya como supo que ya no sabía nada, no entendía lo que me estaba diciendo y ya tonce se paró el que era el abogado de oficio y me dijo, es que te van a hacer unas preguntas, pero te puede ayudar o te puede perjudicar. Si tu sabes contesta, y si no, no contestas porque te puede perjudicar. Entonce ya cuando me dijo así, psss entonce qué es ese... tonce le dije, no ya no, ya no dije nada porque no sabia que decir.

"Ya me volvieron a sacar en otro cuarto. Ya cuando me sacaron en otro cuarto psss ya era de noche, hacia friyo, y tenía mucho friyo y hambre que no había comido ni nada, entonce me agarré y me senté en la esquina de adentro de ahí del cuarto. Y ahí me dormí. Me dormí toda la noche. Las otras dos, yo creo que a una la sacaron a declarar y luego declarando y luego sacaron otra. Yo duerme y duerme. Ni supe que pasó ni que declararon, que hubo ahí, ¡¡no supe nada!! Porque yo me dormí. Y ya cuando ya terminaron todo eso, no se si jué una de las muchachas o la custodia me dijo, que ya me levantara porque ya íbamos a venir. Y ya pues me desperté y me levanté y ya. Y en la ventana de ahí había muchos papeles, muchos papeles y me llamó para que firmara esos y me dijo que firmara y ya se arrimó el abogado de oficio y le dije oye voy a firmar y que son esto o qué es, y yo pensé, que tal si las muchachas se van y yo me quedo, pues yo creo que como me dijo que ella ya habían terminado de firmar entonce psss yo también firmo porque que tal que me quedo si no firmo nada y agarré y firmé todos esos papeles y un montón de papeles, un montón de papeles...

A la fecha, Jacinta no sabe que firmó. Nadie le ha explicado. Luego de firmar, trasladaron a las tres mujeres al CERESO Femenil de Querétaro. JACINTA, A LA CÁRCEL.

"Entonce ya venía al otro día, el abogado de oficio, nos vino a ver pero siempre con la que platicaba era con las muchachas porque yo no entendía nada y ya lo preguntaba yo a vece pero como que no me querían decir porque fastidiaba de que no entendía y yo pregunte y pregunte entonce la notificadora igual se enojaba conmigo porque yo no sabia qué era lo que iba a firmar o qué iba a hacer y yo le decía, no psss es que ya me pasó y yo quiero que me diga que voy a hacer o qué es ese... entonce ya se enojaba por no entenderle o no sé de qué... Ya nos duramos ocho días de indiciada, unos cuartitos que están ahí, te dejan ahí, y ya luego te pasan para acá. Pero al principio te quedas ahí. Ocho días duramos ahí, pero ya no me dejaron ir ni me regresaron ni nada y ya cuando me pasaron al modulo "A", donde están las procesadas ya me metieron en un cuarto en donde había 3 mujeres... entré llorando, lloraba muncho..."

Un día en la cárcel, es como una semana dice Jacinta. Dice que se la pasa pensando, añorando regresar a su casa, con su familia. Y la convivencia dentro del CERESO, no le fue nada fácil. Muchas le señalaban, algunas la discriminaron, otras la arroparon. Pero todas coincidieron: "Cómo va a ser cierto, no creemos, aquí nadie creemos, nos da risa y nos da mucho coraje tu caso, nos da mucho coraje. No creemos nada porque nosotras que estamos aquí ya conocemos como son ellos".

Jacinta escuchaba a las procesadas por homicidio, le decían que era más fácil que salieran ellas. Otras, le echan porras, la animan y comparten con ella la vida de procesada. A Jacinta la defendieron tres abogados de oficio y tres abogados particulares y ninguno pudo hacer nada. El año pasado, su hija mayor contactó al Centro de Derechos Humanos Agustín Pro Juárez que se ha dedicado a defender su caso con sus propios abogados. Actualmente, el caso esta reabierto. Y Jacinta, espera los nuevos careos con los 6 agentes que se dicen víctimas de secuestro aquel 26 de marzo de 2006:

"Ahorita si, me dijo que... se volvió a reabrir el caso entonces, están ahorita los careos, pero te digo que el otro agente que según secuestramos, no se ha encontrado iban a buscarlo. Que porque esta trabajando mucho... A la mejor ya hasta lo mataron y dice el notificador... tu crees me dice, a lo mejor, como dicen que tiene mucho trabajo, yo creo que a lo mejor ya ni vive...Y le digo, no psss es que se va a esconder porque sabe que no son ciertas las cosas que dijo... no se va a presentar.

"Ahorita ya me notificaron que no se encontraron. Y ahorita mis abogados piden que se haga careo supletorio... que así me dijo... ¡solo ellos saben! ¡¡¡Porque yo tampoco se qué es ese!!! Me dijo que ya pidió ese y ya que nomás me notifique para cuando van a estar esos careos y ya pasando esos careos viene la audiencia otra vez y la sentencia..."

Sin pruebas, sin declaraciones de los presuntos secuestrados. Y Jacinta sigue en la cárcel. Dice que la única prueba que presentaron en su contra, fue la fotografía tomada aquel 26 de marzo. Y las declaraciones de los 6 agentes. Nada más.

"Yo creo que como llevaban el pediorico donde estaban esas fotos, nomás fueron a preguntar de quién es esta persona, no sabe dónde vive o cómo se llama... y como en Santiago toda la gente me conoce, la mayoría de la gente me conoce, y psss mi gente, toda mi gente me apoya, me ayudan. Me preguntan que pueden hacer, pero yo digo no psss nada. No pueden hacer nada... Yo le decía a los agentes, a mi me gustaría que preguntaran. La gente de Santiago me conocen y yo sé que no hice nada, que no debo nada.

Yo me gustaría que fueran investigar a Santiago, para que me conozcan

bien y todo... yo sé que no debo nada, y la gente les van a decir como soy yo, como vivo, porque la gente me conoce. Y ellos son los testigos y ellos saben... pssss yo creo que así jué, que nomás vieron con la foto. Y no les dio trabajo nomás dijeron, pss vamos a llevarnos a esta y nomás. Ya ni buscaron más".

Intimamos más y le pregunto: Jacinta cómo te sientes... cómo te sentiste ese día, ese 3 de agosto que te diste cuenta de que llegaste a la cárcel, toda esta averiguación... me dices que llorabas mucho... que pensabas en ese momento...

"En ese momento yo pensaba... pero por qué me hicieron esto, por qué me jueron a traer si yo ni hice nada, si yo no le debo nada. Ni los conozco. Como que pensé muchas cosas. Me dolió mucho por mis hijos... si por ellos me dolió mucho por mis hijos porque yo la que todo el tiempo me preocupaba y nunca me separaba de ellos, nunca me separaba de mi esposo ni de mis hijos. Con mi esposo siempre andaba y así...

- Cuántos hijos tienes Jacinta."6 hijos. La más grande tiene 30 y el más chico tiene 17, 18... si, este... psss pensé mucho en ellos, que mi hija que no comía, que nomás andaba pa'ca y de ellos psss yo no sabía que era el delito y ellos tampoco, iban con un abogado y ya les empezaban a decir que era esto y entonces dije: dejé mis hijos y que tal si no me van a dejar ir y como escuchaba a mis compañeras... decían, no... llegando aquí, si no eres culpable, llegando aquí ya te toman como culpable aunque tu no hiciste nada, pero a veces no te van a dejar ir. Aunque metes pruebas o no metes pruebas, es lo mismo. Y muchas me decía, yo metí muchas pruebas y tampoco, no me dejaron ir y no

me dejaron ir. Entonce me empecé a preocupar mucho, lloraba mucho. Decía, cuando voy a estar con mis hijos, o cuando... -Jacinta se detiene un momento, respira, sus ojos se llenan de lágrimas- Y ya nomás le pedía a Diosito que ya me dejaran ir y todo.. decía, si yo no hice nada y los que hacen, psss a lo mejor ellos psss ni están aquí y yo que estoy pagando un delito que ni siquiera... Si yo lo hubiera hecho, psss diría psss ya lo hice ahora tengo que pagar, tengo que estarme aquí porque yo sé que no debo hacer eso, pero si ni siquiera hice, ni una palabra dije, ni los conozco siquiera. Y nada más, porque me vio en el pediorico, me jueron a buscar, ni investigaron ni nada".



TRES AÑOS PERDIDOS Y EL CASO SIGUE IGUAL



- Oye Jacinta y ¿ahorita como te sientes? Ya han pasado tres años...

"Psss todos los días es lo mismo, diario, diario... no se te quita de la

mente, cuándo te van a dejar ir y cuando vas a poder estar con tu familia y muchos me preguntaban y tu que sientes o que quieres de ellos... yo no quiero nada, les decía, lo único que quiero es mi libertad porque yo sé que no le debo nada, ni le hice nada, lo que quiero es regresar con mi familia, regresar a mi casa. Nada más eso es lo que pido, que me dejen ir"

A pesar de su fortaleza, Jacinta de dobla, llora discretamente. Se

limpia las lágrimas y vuelve a empezar:

"Pues se siente mal, porque diario estoy pensando... cuándo me van a dejar ir... no nada más estoy yo aquí... a lo mejor mis familiares sufren más, porque ellos vienen lejos y para que me vean bien y todo... y si, a veces estoy un poquito bien y a veces me pongo a llorar o desesperar diario, diario, con la misma persona, con las mismas del cuarto y el mismo trabajo... y ya quiero estarme allá fuera.

"Y siento pues triste porque, entre que no este afuera, yo nunca voy a estar bien. Porque yo se que no hice nada y como voy a pagar un delito que no hice... solamente Dios sabe porque estoy aquí pero ese delito que ellos me dicen, pues yo no le hice nada... ni una palabra... si hubiera dicho una palabra por lo menos pero ni eso... ni los conozco, como ellos me van a hacer esto... lo que quiero es que me dejen ir y como quera los tres años que estoy aquí... los tres años, nunca lo voy a recuperar de estar con mis hijos, con mi familia... ya quisiera que se pudiera pagar con dinero, que se volvieran... pero ni a eso... ya nomás le pido a diosito y al juez... ojala que me dejen ir".

Trato de mirar más allá. Jacinta es una mujer fuerte, trasparente. Su mirada dice mucho más que sus palabras cortas. Y aunque llora y se desespera, trata de compartirse conmigo serenamente. Con claridad me dice cómo es un día en la cárcel:

"Ah... un día, parece una semana. Yo antes, cuando llegué como no estaba acostumbrada a dejar a mis hijos y a mi esposo... psss un día me duraba una semana... ellos me venían a ver el miércoles y el domingo... entonce de domingo a miércoles como que llegaba rápido pero de jueves a domingo, como que me tardaba mucho, me desesperaba mucho... me desesperaba y ya sentía que no me iba a aguantar y sentía que ya no y tuve que pasar con el psiquiátrico, con la psicóloga, porque lloraba mucho. Lloraba mucho. Y decía, como voy a estar en este lugar sin conocer a la gente... mis compañeras me decían que el proceso tardaba como un año o dos años y unas decía, yo ya llevo tres o otras cuatro y así... y entonce yo me desesperaba, y dije, ay ojala que me salga... pero dura mucho.

"Un dia dura mucho. No me daban ganas ni de trabajar ni nada... ni de hacer nada. Nomás me dedicaba a llorar y dormir. Llorar y dormir. Entonce dije, ahora qué voy a hacer para poder salirme de aquí o qué me va a ayudar... como que yo sentí que así no me ayudaba... y como todos me decían que era

un delito muy grave pues me dije, no creo que vaya a salir muy rápido. Los días se me hacían muy largos y ahorita estos tres años psss así pasando los días. Y durante esos años, estaba mas preocupada porque veía que no... que los abogados no hacían nada y todo mundo me decía lo mismo, que los abogados no hacían nada. Pero ya así me pasaba.

"Ya cuando llegaron mis abogados del centro Prodh, ahí me empecé a darme cuenta de más cosas, tuve más fuerza... y así ya. Desde diciembre para acá... en diciembre me acaban de sentenciar, el mero 19 de diciembre... antes de navidad... ya después de diciembre, en enero, febrero... ya de febrero para acá, como que ya sentí un poco bien, ya siento un poco bien porque ya vienen mis abogados. Vienen cada miércoles a verme, cada ocho días. Entonces ya cuando viene, me dice, tu no te preocupes, tu échale ganas yo se que es muy difícil estar aquí... pero yo sé que si te vas, porque nada es cierto de lo que dicen ellos y no tienen pruebas.

"Y no tiene nada de pruebas dice, y nada y ora dice que tu eras la que ibas y que le diste una cachetada a uno de ellos y quien sabe que dice que le hice yo. ¡¡¡Pero ni siquiera los conozco!!! Como voy a cachetear a uno de ellos, pss si son bien grandes y gordos y con armas... y como crees que así te va a dejar cachetear uno de ellos... Pero ya ahora que llegaron mis abogados ya estoy mas contenta...ya se que hay mucha gente que me está

apoyando. Antes, al principio, nunca pensé que iba a haber gentes que me apoyaran, que me ayudaran, yo decía, como le voy a hacer para salirme de aquí y siempre yo decía, ay ojala que saliera una persona que me ayudara...y psss si salió".

El 19 de diciembre de 2008, Jacinta fue condenada 21 años de prisión y dos mil días de salario mínimo de multa. Un equivalente a más de 90 mil pesos, por el delito de secuestro en agravio de 6 agentes de la AFI. Un mes después, son sentenciadas sus coacusadas. Se les impone la misma pena, además del pago de la reparación del daño. El 22 de diciembre, Jacinta apela la sentencia. Y este 3 de agosto, cumple tres años tras las rejas.



JACINTA, MÁS ALLÁ DEL JUICIO.

Jacinta es una mujer indígena de 46 años. madre de 6 hijos. Huérfana de madre desde los dos años. su mamá murió de parto, dice. De parto de una de sus hermanas. Desde ese momento, su padre se dedicó a criarla a ella y a sus hermanos y junto con su madrastra, les enseñó los valores con los que se tenían que dirigir en la vida:

"Desde niña me decía mi difunto papá que en paz descanse, me decía mi madrastra también, siempre escuchaba y decía, no roben las cosas porque eso era pecado... es un pecado muy grande. Cuando no son tuyas, no agarres las cosas. Y dice, la gente que tiene es porque han trabajado y las que no, porque no trabajan. Si ustedes quieren tener, pues trabajen, pero no roben las cosas porque es un pecado muy grande. Nunca robé cosas, quedé huérfana. No tenía zapatos y andaba en el campo cuidando borregos y animales y todo y nunca robé una cosa para no estarme en la cárcel y por eso digo, ya ahorita que trabajaba y ya sabía buscar lo que es, ahora estoy pagando un delito que no hice... si se siente mal y yo le digo a mis abogados yo no se lo deseo a nadie, ojala, porque yo cuando no llegaba aquí... pensaba que todos los que estaban en la cárcel, eran culpables yo pensé que todos, porque no sabía como es o como era, yo pensé que era así. Pero ahorita al llegar aquí, hasta me da coraje, porque hay mucha gente así, igual que yo... que no deberían estar aquí, pero por el miedo, como dicen que son malos los agentes... entonces por el miedo, nadie quiere decir nada, nadie dice ni hace nada".

Pero a Jacinta no le gana el miedo, le da pena. Solo pena. Vergüenza. Lastima. Coraje porque no todos los que están en la cárcel son culpables...

Jacinta es una mujer de tradición indígena. Dice que se junto con su

marido cuando apenas cumplía los 15 años. su primera hija, la tuvo a las 16 y así, cada dos años tuvo hijos, hasta que completó 6. Le pregunto sorprendida por qué lo decidió así y me contesta entre carcajadas, convencida de esa verdad: "Ay, es que así es allá la gente... pero por lo mesmo, yo creo que es por lo mesmo, que ahí no sabemos nada, no sabemos platicar..."

- Jacinta, qué es lo que más deseas en estos momentos?

"En este momento, quisiera que llegara y me dijera, ya te puedes ir a tu casa (ríe) y diario es así... cuando me dicen te hablan en la caseta, o te hablan, vas a ir al locutorio, yo digo, ay ojala ya me vayan a dejar ir.

Lo primero que viene a mi mente, es ay ojala que ya me dejen ir - y ríe como tratando de ahogar el llanto-.

"Nada mas eso. Quisiera que me dejaran estar con mi familia, aunque no tenga nada. Como yo le decía, yo no tengo nada. Allá no teníamos nada. Mis hijos todos estudian y trabajan, no teníamos nada pero nunca robábamos nada y aunque no teníamos nada, yo quería estar con mis hijos.

Con que no nos falte un plato de frijoles, es lo primero... de qué sirve que tengamos muchas cosas si no estuviéramos juntos... y eso nunca me ha gustado. Porque cuando yo era niña, yo sentía que nadie me quería, que a nadie le importaba y a mi no me gustaba eso. Nunca me gustó eso, por eso empecé a trabajar y a ayudar a mi esposo para que salieran mis hijos adelante, para que no sufrieran como yo, lo que me pasó. Y mi esposo era igual. Si tenía sus papás, pero eran muchos hermanos y en el rancho ya ve que como son y es muy difícil".

- Oye Jacinta... y si pudieras salir, ¿cómo recuperarías esos 3 años... que harías?

"No, no psss para mi ya es mucho tiempo. Estos tres años nunca se me van a olvidar, el tiempo que he perdido de no estar con ellos, es muy difícil, ya nunca lo voy a recuperar".

Y como si fuera una señal sólo para mantenernos alertas, Jacinta de repente me dice que tiene temor, que tiene miedo: "como que siento que a veces me da temor por los agentes, a veces tengo miedo..."

- ¿Qué te da miedo, que te vayan a hacer algo...? "Aha, a mi o a mi familia... que se desquiten. Por eso estoy preocupada, mucho. ¿Y tú crees que pudiera pasar? ¿Has recibido amenaza por parte de los gentes? "Psss ahorita todavía no, pero así como toy viendo, como toy escuchando psss si me da miedo. Tengo temor que puedan hacer algo, tanto a mi como a uno de mi familia, o a mis hijos, eso si me da miedo"

- Y qué dicen los abogados respecto a eso... "Hay mucha gente que esta preocupada, pero nosotros estamos al tanto, al pendiente mucho de eso, y no na'más nosotras sino mucha gente, dice... "

- ¿Hay algo que les quisieras decir a los agentes, Jacinta? Si tuvieras la oportunidad de verlos que les dirías?

Piensa. Y responde titubeando: "Ay, psss ni se que les diría, ni se que platicaría..." Se ríe y dice, "Pssss una grosería en otomí..." Se carcajea... "

Psss yo creo que ellos tampoco están bien... no creo que estén bien... yo creo que están bien arrepentidos... yo creo que si se arrepienten. O no... porque a lo mejor ya están acostumbrados a hacer eso..."

- ¿Usted cree que se dediquen a hacerlo muy seguido? ¿Así como inventarle a la gente cosas?

"Si... yo creo que si... si me hizo a mi más que a otra gentes... que no... psss si muchas mentiras... y les creen mas a ellos que a nosotras y nosotras estamos diciendo toda la verdad igual que las muchachas... ellos nos ofrecieron pagar pero ellos lo ofrecieron y se pusieron de acuerdo y al ultimo se desquitaron con esto...".

Y Jacinta, sigue en la cárcel. Esperando. Pero frente a las declaraciones de Jacinta, están las declaraciones de los 6 pobres hombres, de estatura considerable, de complexión corpulenta, de inocencia armada, que dicen lo contrario. Jacinta, los secuestró.

Y de estos juicios sumarios, hay tantos y tantos. Y tantas Jacintas y tantos hombres secuestrados. Y aunque nos faltaría espacio para llegara una sola conclusión, creo que usted estará de acuerdo conmigo cuando digo que el único delito que cometió Jacinta, es el ser pobre, ser indígena y además, ser mujer.